SONIDO Y ARMONIZACIÓN CEREBRAL
El sonido es una herramienta muy útil para la armonización de nuestro cerebro .
Ya ha a principios de los años ochenta Fernando Nottebogm y otros miembros de la universidad Rockefeller de Norteamérica descubrieron que los pájaros cantores son capaces de desarrollar células nuevas en el cerebro, lo que despertó un enorme interés en el campo científico ante la posible aplicación de este conocimiento al sistema nervioso humano.
Se ha podido comprobar cómo por medio del Sonido es posible cambiar los ritmos de nuestras ondas cerebrales, así como el latido de nuestro corazón y nuestra respiración.
En el Instituto de Investigaciones Neuroacústicas de California el Dr. J. Thompson ha podido alterar las ondas cerebrales en gamas de frecuencia alfa y zeta, que son las ondas que emite el cerebro en profundos estados de relajación y meditación, creando una mayor receptividad para la curación. En sus intervenciones con sonido ha conseguido resultados excelentes en el tratamiento de la dislexia, desórdenes en la falta de concentración y dificultades de aprendizaje. Ademas se ha comprobado que en estos estados se experimentan aumentos muy significativos de los linfocitos T, responsables del sistema inmunitario.
Las ondas del sonido de los cuencos de cuarzo ayudan a establecer estos estados de gran relajación y profunda calma que tanto necesita el hombre moderno. Conducen a la conciencia a un viaje interior, que a menudo aporta un sentimiento de plenitud y vacío, lo que los maestros zen llaman “llenarse de vacío”. Nos inducen hacia el Silencio Interno en el que poder salir de los estrechos límites del intelecto para adentrarnos en la paz del alma y la experiencia de nuestro espíritu, dándonos la oportunidad de ver el mundo y a nosotros mismos con otra percepción.