MEDITACIÓN Y CUENCOS DE CUARZO
Todos valoramos los beneficios de una mente en calma, silenciosa.
En la antigua Grecia consideraban al silencio el “sonido supremo”.
La conocida “Música de las esferas” de Pitágoras sostenía que el sonido unido de todos los planetas producía un orden perfecto: el silencio.
De hecho la música, utilizada como medio terapéutico, tenía como finalidad restablecer ese orden en nosotros, el silencio en el que anida nuestra esencia, el paradigma de la salud física y mental.
El sonido profundo y envolvente de los cuencos de cuarzo es un medio muy valioso para ayudarnos a silenciar la mente.
A menudo bastan unos minutos para sentir un nuevo estado de calma y relajación.
El sonido de estos maravillosos instrumentos nos ayuda a profundizar en lo que se conoce como el “arte de la escucha”. La atención presente y sostenida en las vibraciones de los cuencos ayudará no sólo a calmar la mente sino a percibir lo que hay mas allá del propio sonido.
Por ello son un compañero excelente en la meditación, así como la meditación en un compañero excelente, casi indispensable, en la trabajo con los cuencos.
A través del silencio profundizaremos en la sutilidad del sonido, y a través del sonido en la sutilidad del silencio. En definitiva en nosotros mismos.
Podemos decir que la meditación es la esencia que sostiene todo el trabajo con los cuencos de cuarzo.